lunes, 26 de noviembre de 2012

AL OCASO


Una tarde cualquiera,
sentados al atardecer,
tu hombro junto al mio,
tus dedos entrelazados en los mios,
Tu mirada fija en el horizonte, 
mi mirada puesta en Ti,
el aire meciendo nuestra respiración,
susurros callados de deseo,
de complicidad...

Me aprietas las mano,
tu pecho se hincha,
tus ojos se entrecierran,
tus labios se separan,
el tiempo se detiene, queda retenido...

"Te quiero"...
..."y yo a Ti, y yo a Ti"...

Y con el movimiento de mi cabeza,
que se apoya en tu hombro,
incito al tiempo a liberarse de nuevo para seguir su camino.